El Pais has an excellent article on short story writers from the 20th century and beyond, with special emphasis on the forgotten during the post war and the new young writers. If you are interested in short stories the article is a must. What is fascinating from my own reading and notes of the author is the interest in playing with reality. Despite the oft cited interest in Americans like Carver, there is a definite interest in authors like Poe, Borges and Cortazar.
One could spend a year reading all these books:
Para estar al corriente de los tiempos que se avecinan, Gemma Pellicer y Fernando Valls nos proponen Siglo XXI (Menoscuarto), subtitulado Los nuevos nombres del cuento español actual. Siguiendo la pauta de un libro anterior a cargo de F. Valls y J. A. Masoliver, Los cuentos que cuentan (1998) (con el que este reciente volumen dialoga), se recoge aquí también una breve reflexión sobre el género firmada por cada uno de los autores escogidos. Sin ánimo de entrar a debatir algunas de las afirmaciones vertidas en la presentación del volumen ni matizar el tono de regusto canonizante que preside esta gavilla de relatos, sí quiero apuntar un par de cuestiones. Al margen de la fecha de publicación de los relatos aquí reunidos (todos posteriores a 2000, en efecto), a menos que admitamos que el siglo XXI empezó en 1989, aproximadamente la mitad de estos “nuevos nombres” pertenece al último tramo del XX, no sólo por haber empezado a publicar a principios de los noventa sino por su específica filiación literaria; en este sentido, faltan autores incontestables. Por eso del subtítulo me sobra el “los” y cuestiono la pretendida novedad, aunque es cierto que la nómina de autores de trayectoria más breve y reciente está más equilibrada, destacando la justa y merecida presencia de escritoras como Berta Vias Mahou, Elvira Navarro, Berta Marsé o Cristina Grande.
Esta última publica Agua quieta (Vagamundos): 36 narraciones próximas a la intensidad y el lirismo de la prosa poética, que apuntan el latido cotidiano del presente al modo diarístico (una breve escapada a Escocia o la lectura sosegada de la vida de Chéjov según Natalia Ginsburg), o se desplazan en el tiempo evocando historias de familia y los juegos y paisajes de la niñez.
Al modo de novela de formación o aprendizaje podría leerse Conozco un atajo que te llevará al infierno (e.d.a. libros), del valenciano Pepe Cervera: dieciocho estampas que atraviesan la adolescencia, juventud y primera madurez de Andrés Tangen, de las cuales en Siglo XXI se recoge la penúltima, ‘Como un hombre que sobrevuela el mar’.
Una de las autoras-revelación incluida en Siglo XXI es Patricia Esteban Erlés, que publica su tercer libro de relatos, Azul oscuro (Páginas de Espuma), cuentos de un gran despliegue imaginativo en los que la realidad o la vida cotidiana queda alterada por la irrupción de un elemento extraño, de un acontecimiento tan inesperado como incomprensible o de un comportamiento ingobernable. Algunos textos alcanzan grados de condensación casi poéticos y por lo general ocultan más de lo que dicen, con finales abiertos, tan inquietantes como sugestivos, o un cierre sorpresivo en el mejor estilo de Poe. Destacaría el que da título al libro, ‘Azul ruso’ -donde encontramos a la nueva Circe Emma Zunz, que “fue convirtiendo en gatos a todos los hombres que cruzaron la puerta del viejo edificio con aires de teatro cerrado donde vivía”- y ‘La chica del UHF’ -protagonizado por Antonio Puñales, un “técnico en pompas fúnebres” que se desvive por crear amor y belleza allí donde dominan el horror o la avaricia.