Mario Vargas Llosa has a new book and was the occasion of a series of articles and videos in El Pais this week. There is a lengthy profile, although if you know his story it isn’t that ground breaking.
Y es que el numen y la ley interior de El héroe discreto parecen ser el reencuentro y la coincidencia, al igual que en las novelas bizantinas (a las que a menudo se parece la nuestra) lo es la revelación de identidades; tanto en una como en otras, se trata de aguardar a que, tras la peripecia nítida pero intrigante, llegue el final feliz y justiciero. A despecho del realismo verificable que se busca, nos hallamos en una modalidad de este que es idealista y dialéctica, a la par. Todas las piezas encajan y todos los personajes se ganan su condigno final o al menos un testimonio de su mérito, como en el caso del pobre chino Lau, protegido de Felícito Yacané. Nadie se queda sin su recompensa o su castigo: lo segundo es el caso de los mellizos y herederos de don Ismael, a quienes llaman “las hienas”, o de Miguel, el hijo traidor de don Felícito; ejemplo de lo primero es el reconocimiento de Tiburcio, el hijo leal, o el cumplimiento final de la pasión devoradora que el capitán Silva ha sentido por el próvido trasero de Josefita, desde que inició la investigación de las denuncias de su patrón. Lo único que permanece en la penumbra del misterio jocoso son las apariciones de don Edilberto a Fonchito. ¿Se trata de un Mefistófeles muy venido menos? ¿De un misterioso llorón que ha hecho suyas todas las desdichas del mundo? ¿De un pedófilo cauto e inofensivo? ¿De una invención del muchacho malcriado? ¿O de un explícito homenaje al Doctor Faustus, de Thomas Mann, por parte de don Rigoberto, el diletante que compara con pasión las versiones grabadas de Robert Schumann?
He reads from his new book for about five minutes. It is too short to get a sense of the book other than the style which is very direct. Watch the Video.