La Jornada has a selection of short stories form Mexico City youths in the juvenile justice system. It is an interesting collection and one is an eye to writers who one would probably never come across.Out of 360 stories submitted, they published around 10. This is from the first
Todo esto empezó el 28 de septiembre de 1992, en una familia pequeña, integrada por papá, mamá, tres varones y una niña, la más pequeña de la familia.
El piloto de esta familia era Mario, el papá. Él era el que decía la última palabra, pero no antes de consultar a mamá e hijos.
Todo marchaba muy bien. Claro, siempre había problemas, pero nada que no resolvieran papá o mamá.
Un día viernes por la noche como a eso de las 9:45. Mario llegó del trabajo muy agotado, apenas podía mantenerse de pie, se tiró al sillón como desmayado. Claudia, la mamá de la familia pensó: pobre de mi querido esposo, está muy cansado; Claudia le quitó los zapatos y los acomodó abajo en un rincón de su cama de Mario y Claudia.
Claudia agarró el último billete que les quedaba, que era uno de doscientos, se queda pensativa y dice en voz alta, ¡aunque se enoje Mario y me moje, tengo que ir a la panadería de Macario!