Fernando Valls has an overview of the work of Rafael Chirbes in Revista Turia. I wouldn’t be surprised if he makes it into English soon.
La consagración como gran escritor parece haberle llegado a Chirbes tras la publicación de sus dos últimas novelas: Crematorio (2007) y En la orilla (2013), con las que ha obtenido –entre otros- el Premio de la Crítica. La primera apuntaba a una grave crisis económica y moral que, todavía larvada, estaba a punto de estallar, mientras que la segunda no hacía más que confirmar y completar el certero diagnóstico. Antes nos había proporcionado obras de indudable valor, desde la prometedora primera novela corta, Mimoun (1988), hasta el díptico formado por otras dos piezas de semejante intensidad: La buena letra (1992) y Los disparos del cazador (1994), o la novela generacional que es Los viejos amigos (2003), aunque todas ellas posean una notable entidad. De lo que se trataba, en suma, era de dejar constancia de setenta años de historia española, de lo público y lo privado, de la educación sentimental y la política, los negocios y la intimidad, destacando una serie de hechos que gran parte de la sociedad española, encabezada por los dirigentes políticos, parecía haber olvidado. No olvidemos que para Chirbes, como para Balzac, la novela consiste en contar la vida privada de las naciones, frase que nuestro autor ha recordado en más de una ocasión[1]. Por tanto, nos hallamos ante un empeño narrativo que podría encuadrarse muy bien en la tradición de los Episodios nacionales, uno de esos grandes relatos que abarcan toda una época, a pesar de que los teóricos de la posmodernidad nos hubieran anunciado no sólo su fin sino su falta de sentido.
Rafael Chirbes nació en 1949, en Tavernes de la Valldigna, un pueblo de Valencia situado en la comarca de la Safor. La suya era una familia obrera en un mundo de calculadores campesinos, como él mismo nos ha recordado, vinculada a Denia (“el Mediterráneo de mi infancia fue el de Denia”), donde vivía el abuelo. Quizá porque su padre, peón de vías y obras, murió cuando él tenía 4 años. Su madre trabajaba de guardabarreras y tras la guerra fue depurada. En una de las entrevistas que ha concedido, confesaba que su infancia estuvo llena de miedos y pudores. Cuando Rafael contaba sólo 8 años lo enviaron a estudiar a un colegio de huérfanos de ferroviarios, primero en Ávila y luego en León, como le ocurre a Rafael del Moral, el personaje de La larga marcha. Después, estuvo interno en Salamanca, donde sus compañeros solían ser hijos de la burguesía local, rompiendo con la igualdad que imperaba en las anteriores instituciones escolares. El radical cambio de paisaje y de clima, el frío seco de Ávila y el húmedo de León, y la separación de su familia, le resultó en parte trágico pero también excitante, como él mismo ha explicado. Este temprano alejamiento supuso además un cambio de lengua, pues el castellano se convirtió en su vehículo de cultura, al margen de que la lengua familiar hubiera sido siempre el valenciano.
Just fyi, New Directions will be bringing out his On the Shore and Crematorium soon, and Serpent’s Tail published a Chirbes in the 90’s.
Thanks for the heads up. I had a feeling he would be coming out in English.