Ricardo Piglia Wins the Critics Prize + His Thourghts on Writing

Ricardo Piglia, has won the Premio de la Crítica, one of the more prestigious prizes in Spain for his novel Blanco nocturno (Anagrama, 2010). It is only his fourth novel, a little surprising given that he has been writing for years, but better a few good works than dozens of erratic works.

Blanco nocturno es la cuarta novela de Ricardo Piglia -nacido en 1940 en Adrogué, en la provincia de Buenos Aires- uno de los grandes nombres de la narrativa argentina de las últimas décadas. La obra galardonada vino precedida de una gran expectación dado que la anterior novela de Piglia se había publicado en 1997: Plata quemada, premio Planeta Argentina y adaptada al cine en 2000 por Marcelo Piñeyro con Leonardo Sbaraglia y Eduardo Noriega como protagonistas.

Piglia, que actualmente en profesor de literatura en la universidad estadounidense de Princeton, dirigió durante años una famosa Serie Negra que difundió en su país la obra de los clásicos modernos del género policiaco -de Hammett a Chandler-. No es pues extraño que muchas de sus obras mezclen la investigación de un crimen con las más penetrantes reflexiones sobre el hecho de narrar. “Se podría pensar que la novela policial es la gran forma ficcional de la crítica literaria”, afirmó en el libro de conversaciones Crítica y ficción (1986) para subrayar la relación entre las figuras del detective y el lector.

And in bonus commentary you can read about his thoughts on writing in Revista Ñ. I found his thoughts on short stories interesting, if a little odd for a writer of his caliber.

Mientras la ilusión mía con las novelas es que todas sean distintas, los primeros cuentos que he escrito en los años 60 y los que estoy escribiendo ahora son muy parecidos. Formalmente, quiero decir. Como si el cuento no fuera un espacio de experimentación como es la novela. Hay que pensar por qué pasa eso.

It is hard to get rid of a lifetime of habits I guess.

The Diaries of Ricardo Piglia at El Pais

El Pais has an excerpt of the diaries of the Ricardo Piglia. This is the first time they have been published, although reading through them I’m not sure if I’m going to want to read more. You can also read about the origins of the diaries here.

Paso la noche internado en el Hospital de Princeton. Mientras espero el diagnóstico, sentado en la sala de guardia, veo entrar a un hombre que apenas puede moverse. Alto, ojos claros, saco negro de corderoy, camisa blanca, corbata pajarita. Le piden los datos pero él vacila, está muy desorientado, dice que no puede firmar. Es un ex alcohólico que ha tenido una recaída; pasó dos días deambulando por los bares de Trenton. Antes de derivarlo a la clínica de rehabilitación tienen que desintoxicarlo. Al rato llega su hijo, va al mostrador, completa unos formularios. El hombre al principio no lo reconoce pero por fin se levanta, le apoya a su hijo la mano en el hombro y le habla en voz baja desde muy cerca. El muchacho lo escucha como si estuviera ofendido. En la dispersión de los lenguajes típico de estos lugares, un enfermero puertorriqueño le explica a un camillero negro que el hombre ha perdido sus anteojos y no puede ver. “The old man has lost his espejuelos”, dice “and he can’t see anything”. La extraviada palabra española brilla como una luz en la noche.

Miércoles

Me dijo que había estado preso por estafa y me contó que su padre era vareador en el Hipódromo y que había tenido mala suerte en las carreras. A los dos días apareció de nuevo y volvió a presentarse como si nunca me hubiera visto. Sufre una imperfección indefinida que le afecta el sentido de realidad. Está perdido en un movimiento continuo que lo obliga a pensar para detener la confusión. Pensar no es recordar, se puede pensar aunque se haya perdido la memoria. (Lo vengo sabiendo por mí desde hace años: sólo recuerdo lo que está escrito en el Diario). Sin embargo, no olvida el lenguaje. Lo que necesita saber lo encuentra en la web. El conocimiento ya no pertenece a su vida. Un nuevo tipo de novela sería entonces posible, “Necesitamos un lenguaje para nuestra ignorancia”, decía Gombrowicz. Ese podría ser el epígrafe.

The Best Books from Argentina for 2010

So it is best of time and Moleskine Literario points to the best Argentine books for 2010. It is as fitting a list as any. I only know Ricardo Piglia and Cesar Aria and look forward to looking into some of these authors.

La Revista Ñ del diario Clarín ha elegido los autores argentinos más destacados del 2010. Desde autores consagrados, como César Aira y Alan Pauls, hasta autores que no suenan mucho en América Latina como María Martoccio o Federico Falco, tenemos acá una lista de imprescindibles de la siempre activa literatura argentina. Les dejo la lista y los enlaces:

La historia del pelo de Alan Pauls

Más liviano que el aire de Federico Jeanmarie

Blanco nocturno de Ricardo Piglia

Desalmadas de María Martoccio

Lisboa. Un melodrama de Leopoldo Brizuela

La hora de los monos de Federico Falco

En cinco minutos, levántate María de Pablo Ramos

Yo era una mujer casada de César Aira

 

Ricardo Piglia, Almudena Grandes, Mario Vargas Llosa and Others on Their New Books

El Pais has an article about the new books that are coming out from Spanish language authors this fall. Among works by Ricardo Piglia, Almudena Grandes, Mario Vargas Llosa there will also be a book by Adolfo Bioy Casares that compiles his photos from a trip to Brazil in 1960. Mostly the article is authors talkinga bout their works, but interesting none the less.

1. ¿Por qué ha elegido ese tema o argumento para el nuevo libro?

2. ¿Cuándo y cómo fue el momento de inspiración para escribir sobre eso?

Ricardo Piglia

Blanco nocturno (Anagrama)

1. En el origen estuvo la figura de Luca y la leyenda familiar; pensé la novela centrada en un héroe enfrentado al destino y trabajé una trama con muchos personajes secundarios y varios conflictos. Traté de buscar un registro digamos épico. ¿Cómo sería hoy escribir una historia épica? Ese fue para mí el desafío del libro.

2. Imaginé la historia hace mucho tiempo, antes de publicar Prisión perpetua. Escribí una primera versión y la dejé, luego la retomé y la reescribí y la volví a dejar… Me gusta -aunque no lo recomiendo- ese modo de escribir porque las historias cambian, como si -al decantarse- encontraran su propia inspiración.

Almudena Grandes

Inés y la alegría (Tusquets)

1 y 2. No estoy muy segura de haber escogido el tema de Inés y la alegría. Más bien, la invasión de Arán me escogió a mí. Cuando leí que un ejército de cuatro mil hombres había invadido el valle en otoño de 1944, y que lo había ocupado durante nueve días a la espera de un apoyo aliado que nunca llegó, me costó trabajo aceptar que semejante episodio permaneciera en el olvido. Averigüé algo más sobre el origen y las características de aquella aventura, y descubrí a un personaje irresistible, Jesús Monzón, moviendo los hilos de una trama más fascinante que cualquiera que yo hubiera podido inventar.