The Nobel wasn’t the only prize Borges lost because of politics. He also lost the Premio Nacional in 1941, the year of El jardín de senderos que se bifurcan. Revista Ñ has an article about the ins and outs of his loss. Mostly, though Borges was ahead of his time.
La pérdida del premio acaso no fuera tan inesperada. En la bibliográfica que publicó en Sur en mayo de 1942, apenas antes de que se conociera el dictamen del jurado, Bioy Casares fue clarividente y se adelantó a los reparos que el libro recibiría: “Estos ejercicios de Borges producirán tal vez algún comentador que los califique de juegos. ¿Querrá expresar que son difíciles, que están escritos con premeditación y habilidad, que en ellos se trata con pudor los efectos sintácticos y los sentimientos humanos, que no apelan a la retórica de matar niños, denunciada por Ruskin, o de matar perros, practicada por Steinbeck?”. Captando el clima de época, Bioy conjetura que “tal vez algún turista, o algún distraído aborigmpensa nacional, a una obra exótica y de decadencia (…) juzgamos que hizo bien.”